À partir du début du XXème siècle, l’économie de ce petit pays d’Amérique centrale, indépendant depuis 1839, passe entièrement sous la coupe des États-Unis, plus particulièrement de la United Fruit Company.
Avant la Première Guerre mondiale, le prestige des armes allemandes demeurant élevé, les officiers de l’armée de terre sont dotés de Pickelhaube comme en atteste la photo ci-dessous (circa 1912) représentant le Général Abel Villacorta à l’École d’artillerie de Tegucigalpa. Ces casques sont ornés d’une plaque frontale de cuivre aux armes de l’État.
Comme ailleurs en Amérique centrale, au Honduras, la “période des Caudillos” fut particulièrement longue mais, sous la dictature du général Tiburcio Carias Andino (1933-1949), le pays connut une longue ère de stabilité intérieure. La première démarche de celui-ci fut la création d’une Aviacion Militar Hondurena en 1933. C’est seulement ensuite qu’une véritable armée (y compris une Garde Présidentielle) fut mise en place.
Aucun casque, en dehors de quelque casques tropicaux, n’était apparemment alors en usage dans les forces armées du Honduras.
Avant la Première Guerre mondiale, le prestige des armes allemandes demeurant élevé, les officiers de l’armée de terre sont dotés de Pickelhaube comme en atteste la photo ci-dessous (circa 1912) représentant le Général Abel Villacorta à l’École d’artillerie de Tegucigalpa. Ces casques sont ornés d’une plaque frontale de cuivre aux armes de l’État.
Comme ailleurs en Amérique centrale, au Honduras, la “période des Caudillos” fut particulièrement longue mais, sous la dictature du général Tiburcio Carias Andino (1933-1949), le pays connut une longue ère de stabilité intérieure. La première démarche de celui-ci fut la création d’une Aviacion Militar Hondurena en 1933. C’est seulement ensuite qu’une véritable armée (y compris une Garde Présidentielle) fut mise en place.
Aucun casque, en dehors de quelque casques tropicaux, n’était apparemment alors en usage dans les forces armées du Honduras.
École militaire, officiers avec Pickelhaube (cliché Direction de l’Institut d’histoire militaire, collection Ricardo Jara Franco)
HONDURAS
Honduras obtuvo su independencia en 1839, volviéndose inmediatamente una “colonia” comercial de los Estados Unidos, y más específicamente, una “colonia” de la United Fruit Company. La creación de un ejército nacional fue lento en su desarrollo, debido a la extrema turbulencia política, que caracterizó los primeros cien años de la historia del país. Hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, sería una exageración hablar de un verdadero ejército en Honduras.
En 1903, se estableció una academia militar, a cargo de un coronel chileno que asume la responsabilidad de su dirección. En 1906, una escuela de artillería se formó en Tegucigalpa, bajo la dirección de un sargento francés. Sorprendentemente, los cadetes de ésta escuela, llevaron los Pickelhaube alemanes M95.
Sin embargo, en general, las instituciones militares de Honduras funcionaron esporádicamente hasta los años veinte.
En 1933 con la asunción al poder del dictador Tiburcio Carías Andino (1876-1969), se hicieron algunos progresos en la organización de las fuerzas armadas, particularmente de la aviación militar hondureña, que demostró su utilidad en la lucha contra la insurrección. Sin embargo, con la excepción de algunos cascos tropicales, llevados en ocasiones especiales, no aparece ningún casco en las fotografías del período.
Hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, y como en otras partes de la región, Honduras declaró la guerra a los poderes del Eje, y los modelos americanos M1917-A1 comenzaron a llegar a las fuerzas armadas hondureñas. Estos cascos eran raramente llevados en acción, debido al clima, y retuvieron su color de origen.
En 1947, siguiendo a la firma del Tratado Interamericano de Ayuda Recíproca (Tratado de Río), el Ejército americano comenzó a entregar a Tegucigalpa, una importante cantidad de equipo militar, incluyendo una variedad de modelos del US M1. Estos nuevos cascos se introdujeron inmediatamente, en las ramas de las fuerzas armadas hondureñas. Estos fueron decorados, a menudo, con emblemas frontales indicando el rango del portador. Más general, fue la aplicación de diferentes marcas a los cascos interiores de éstos modelos, particularmente por la fuerza aérea, la armada, la Cruz Roja, etc.
Durante las operaciones de Santo Domingo, en 1956, en el cual Honduras tomó parte, las letras OEA (Organización de Estados Americanos) fue aplicado al lado derecho de los cascos M1.
La Guardia Civil (Policía Militar Hondureña), la cual tiene y continúa jugando un papel importante en la “pacificación” del país, usa los mismos cascos que el Ejército.
En los años setenta, ansiosos por modernizar sus fuerzas, Tegucigalpa adquirió una cantidad importante de cascos israelitas OR-201. Este tipo de casco, se usó principalmente en las fuerzas especiales y unidades de paracaidistas.
A mediados de los años setenta, se introdujeron también, los cascos de Kevlar israelita Orlite M76/85, y desde fines de los años ochenta, los cascos americanos PASGT (Unicor) han sido extensamente distribuidos.
Las tripulaciones de tanques, de las fuerzas armadas hondureñas, usan varios modelos americanos, de diferentes períodos (Doughnut, Anti-golpes de las fuerzas acorazadas, etc.).
Honduras obtuvo su independencia en 1839, volviéndose inmediatamente una “colonia” comercial de los Estados Unidos, y más específicamente, una “colonia” de la United Fruit Company. La creación de un ejército nacional fue lento en su desarrollo, debido a la extrema turbulencia política, que caracterizó los primeros cien años de la historia del país. Hasta el fin de la Primera Guerra Mundial, sería una exageración hablar de un verdadero ejército en Honduras.
En 1903, se estableció una academia militar, a cargo de un coronel chileno que asume la responsabilidad de su dirección. En 1906, una escuela de artillería se formó en Tegucigalpa, bajo la dirección de un sargento francés. Sorprendentemente, los cadetes de ésta escuela, llevaron los Pickelhaube alemanes M95.
Sin embargo, en general, las instituciones militares de Honduras funcionaron esporádicamente hasta los años veinte.
En 1933 con la asunción al poder del dictador Tiburcio Carías Andino (1876-1969), se hicieron algunos progresos en la organización de las fuerzas armadas, particularmente de la aviación militar hondureña, que demostró su utilidad en la lucha contra la insurrección. Sin embargo, con la excepción de algunos cascos tropicales, llevados en ocasiones especiales, no aparece ningún casco en las fotografías del período.
Hacia el fin de la Segunda Guerra Mundial, y como en otras partes de la región, Honduras declaró la guerra a los poderes del Eje, y los modelos americanos M1917-A1 comenzaron a llegar a las fuerzas armadas hondureñas. Estos cascos eran raramente llevados en acción, debido al clima, y retuvieron su color de origen.
En 1947, siguiendo a la firma del Tratado Interamericano de Ayuda Recíproca (Tratado de Río), el Ejército americano comenzó a entregar a Tegucigalpa, una importante cantidad de equipo militar, incluyendo una variedad de modelos del US M1. Estos nuevos cascos se introdujeron inmediatamente, en las ramas de las fuerzas armadas hondureñas. Estos fueron decorados, a menudo, con emblemas frontales indicando el rango del portador. Más general, fue la aplicación de diferentes marcas a los cascos interiores de éstos modelos, particularmente por la fuerza aérea, la armada, la Cruz Roja, etc.
Durante las operaciones de Santo Domingo, en 1956, en el cual Honduras tomó parte, las letras OEA (Organización de Estados Americanos) fue aplicado al lado derecho de los cascos M1.
La Guardia Civil (Policía Militar Hondureña), la cual tiene y continúa jugando un papel importante en la “pacificación” del país, usa los mismos cascos que el Ejército.
En los años setenta, ansiosos por modernizar sus fuerzas, Tegucigalpa adquirió una cantidad importante de cascos israelitas OR-201. Este tipo de casco, se usó principalmente en las fuerzas especiales y unidades de paracaidistas.
A mediados de los años setenta, se introdujeron también, los cascos de Kevlar israelita Orlite M76/85, y desde fines de los años ochenta, los cascos americanos PASGT (Unicor) han sido extensamente distribuidos.
Las tripulaciones de tanques, de las fuerzas armadas hondureñas, usan varios modelos americanos, de diferentes períodos (Doughnut, Anti-golpes de las fuerzas acorazadas, etc.).