México (primera página):

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À l’instar de ce qui se passe dans les États européens, les casques sont introduits dans l’armée mexicaine au début du XIXème siècle et ce, uniquement dans les unités de cavalerie et de parade. Prestige oblige!
Durant la présidence dictatoriale de Antonio Lopez de Santa Anna qui débute en 1834, ce sont les cuirassiers français qui servent de modèle comme on peut le voir sur la vignette ci-dessous représentant les Cuirassiers lourds de Tulancingo1 (1840) du temps de la guerre américano-mexicaine2.
À la même période, les lanciers portent une czapska de fabrication française.
De 1858 à 1861, le pays traverse une guerre civile de trois ans entre conservateurs et libéraux, connue sous le nom de Guerre de la Réforme. Les conservateurs défaits demandèrent alors l’aide de Napoléon III, lui même désireux de créer un empire au Mexique pour contrer l’expansion des États-Unis. Il proposa comme empereur son cousin, l’archiduc Maximilien d’Autriche.
Cuirassier de Tulancingo, Capitaine en grand  uniforme (illustration Military Historians Archives Unit, dessin J. Hefter)

Cuirassier de Tulancingo, Capitaine en grand
uniforme (illustration Military Historians
Archives Unit, dessin J. Hefter)

MÉXICO
La guerra de independencia mexicana duró desde 1810 a 1821. En 1822, Agustín de Iturbide y Aramburú (1783-1824), se proclamó emperador de México. Su reinado duró menos de un año. Después de esto, la nueva república mexicana organizó prontamente un ejército, y se introdujeron cascos, influenciados fuertemente por el estilo napoleónico. Estos permanecieron en servicio hasta fines de la década de 1840. Durante la Guerra México-Americana de 1846-1848, el regimiento de Coraceros de Tulancingo, llevó uniformes y cascos de estilo francés.
En los años de 1860, México se vuelve un imperio, una vez más, con la instalación de Maximiliano de Austria (1832-1867) como emperador. Como resultado la Guardia de Palacio, lució un uniforme de inspiración austríaca, con un notable casco de metal, portando en su cimera, un águila mexicana.
Desde 1867, y tras la restauración de la República, varios tipos de Pickelhaube (alguno de ellos, en metal) se emplearon, y permanecieron en uso hasta la Primera Guerra Mundial. A comienzos de la Gran Guerra, un casco de artillería, conocido como Zaracof, estaba siendo ampliamente utilizado.
Los primeros cascos de acero, aparecieron en 1923. El Stahlhelm alemán M16, se distribuyó a los cadetes de la Academia Militar, y en pequeñas cantidades, a selectas tropas de infantería. Los cascos portados por los oficiales, llevaron un pequeño emblema frontal de bronce, representando el escudo de armas de la nación. Un rótulo metálico fijado al interior del casco indicaba, “CHAPULTEPEC D.F. MÉXICO.”
En los años siguientes, el Stahlhelm fue desfasado y el casco de corcho se volvió el casco estándar de los oficiales mexicanos.
En 1938, después de años de vacilación y experimentación, el casco francés M26 Adrián, adornado con una serie de insignias técnicas frontales se entregó finalmente a las fuerzas armadas mexicanas. Las guarniciones interiores fueron fabricadas localmente.
Con la guerra en Europa, y la ocupación de Francia por Alemania, que interrumpe los envios desde Francia, una versión mexicana del M26 fue manufacturada localmente, en 1940, principalmente por la firma Troqueles. Además, una versión sin cimera, se fabricó en pequeñas cantidades.
En 1945, se importaron algunos M1917-A1 americanos, pero durante ese mismo año, el US M1, más moderno, fue distribuido y entusiastamente adoptado. Las insignias fueron llevadas a menudo en los cascos interiores. El Adrián y el M1 coexistieron hasta 1952.
En 1985 se introdujo un modelo balístico de M1, fabricado en Corea, así como un M1 plástico, no balístico, producido localmente. El casco ligero portaba una escarapela tricolor, con los colores nacionales, ubicada en el frontal de éste, y a menudo con emblemas laterales.
En 1984 algunas prestigiosas unidades, incluyendo la Guardia Presidencial, comenzaron a recibir los modelos PASGT americanos. Estos fueron rápidamente reemplazados por clones más baratos, producidos localmente.
La armada, fuerza aérea y policía usan los mismos cascos que el Ejército, pero pintados con sus colores respectivos.
Las tripulaciones de vehículos blindados generalmente han usado los cascos americanos, salvo algunos modelos de la Bundeswehr alemana, en los años ochenta.

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